12/07/2015

Ida B ... y sus planes para potenciar la diversión, evitar desastres y (posiblemente) salvar el mundo de Katherine Hannigan


EntreLibros
Junio 2005
160 páginas

Sinopsis:
Os diré algo acerca de mí: estoy convencida de que hacer planes es la mejor forma de potenciar la diversión, evitar los desastres y, posiblemente, salvar al mundo. Yo paso un montón de tiempo haciéndolos. Bueno, es probable que sepáis que los inventos más famosos, los que han cambiado la historia de la humanidad, han sido creados porque existía un problema que debía ser resuelto. El problema que tengo que solucionar hoy es éste: demasiados lavados, especialmente de cara y manos. Durante el tiempo que paso lavándome las manos y la cara, quién sabe qué oportunidades me estoy perdiendo.
Por eso, pensé que podría ahorrar mucho tiempo y energía si maquinaba el modo de no ensuciarme la cara, y se me ocurrió la idea de La Máscara de Jabón.
Ida B no va al colegio, vive en una granja rodeada de bosques, le gusta mucho pasearse con su perro Rufus en medio del huerto donde están los manzaneros, a cada árbol le ha puesto un nombre y se han convertido en sus amigos. Pero un día, en el huerto circula un rumor que dará un giro brusco a su vida...
Papa decide vender su huerto donde construirán casas y que Ida B vuelva al colegio, aquel colegio donde hay que seguir demasiadas normas y no hay bastante tiempo para jugar.
Ida B tiene un plan:
1. Tratar que los nuevos vecinos se vayan a base de meterles miedo con señales y carteles que adviertan cosas como: "Ratas en abundancia".
2. Inventar el mejor plan del mundo para que todo vuelva a ser, otra vez, casi perfecto.

Juego Libros Encadenados

Vaya racha llevo de libros "mentirosos": prometen una cosa y luego te dan otra completamente distinta. Lo que tenía que ser un compendio de planes y travesuras, es decir, un libro supuestamente divertido, es en realidad la cruzada sentimental de una niña de unos 9-10 años ante un problema que se presenta en su vida. Y no nos referimos al problema de lavarse a menudo, sino a algo más gordo. Entonces su vida se desmorona y coge una pataleta de las grandes.
Es un libro que intenta advertir a los niños (es un libro infantil-juvenil) que siempre se puede salir adelante y que todo irá bien pase lo que pase, es muy positivista. La moraleja es bonita, pero lo han vendido de manera equivocada.

2 comentarios:

  1. El libro pretende ser un "canto de amor a la naturaleza", con árboles que hablan, arroyos que parlotean, y padres que declaran orgullosamente ser los guardianes de la tierra, pero se convierte muy pronto en la típica historia infantil sobre una niña que se enfrenta a un grave conflicto de la peor manera posible. Está por tanto en la línea de Christine Nöstlinger o Robin Klein, pero, desgraciadamente, no les llega a la suela de los zapatos.

    El mayor problema que he encontrado en esta novelita es que me resulta imposible sentir empatía por la protagonista. Comprendo su desgracia, entiendo el porqué de su dolor, asumo que solo tiene nueve o diez años y que a esa edad es difícil enfrentarse a situaciones que ya son duras para los adultos... pero me cae profundamente antipática. Es incapaz de establecer prioridades, incapaz de distinguir un mal mayor de un mal menor, y se comporta como una mocosa caprichosa y malcriada, lo que tampoco es de extrañar porque sus padres no la han reñido nunca en su vida.

    Como novela infantil con moralejas a montones ("admite tus errores, aprende a pedir perdón, di a tus seres queridos que los quieres, leer es guay, tener amigos mola"), diría que es un fracaso absoluto. No convence, no conmueve, no es divertida y no es coherente.

    Sugiero para el próximo eslabón de la cadena:

    - Un mundo feliz, de Aldous Huxley.
    - Un rey sin diversión, de Jean Giono.
    - Instrucciones para salvar el mundo, de Rosa Montero.

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    Respuestas
    1. La parte de la naturaleza me recordó, salvando las distancias, a algo tipo "Un puente hacia Terabithia", y creo que no lo usa como canto de amor a la naturaleza, sino porque la niña no tiene amigos, pero sí imaginación. Esa imaginación es la que luego se pierde para dar paso a la historia cruda y sentimental, y es la que debería haber estado presente durante toda la novela.
      Sí que comparto el que esté en la línea de Christine Nöstlinger (precisamente estoy leyendo uno suyo para el Reto y tengo buenos recuerdos del "Diario secreto de Susi" que también está en casa), de Robin Klein no he leído nada; y también creo que le falta algo para llegar a ese estilo de novelas, a mi también me ha decepcionado, me ha parecido algo aburrida, como que no pasaba nada, o al menos, nada interesante.

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